Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera

domingo, 25 de septiembre de 2011

Dicen que un hombre se enamora de una mujer viéndola dormir. Nunca lo había creído, pero quizás era porque nunca lo había comprobado. El simple acto de cerrar los ojos y limitarse a soñar. Cerró los ojos un simple segundo. En un momento sintió un brazo rodeándola. Un brazo que la protegía del mundo, con el cual se sentía cuidada. Sintió una mano acariciando su rostro. Una mano que la tranquilizaba, que la calmaba. En su sueño se movió, hasta quedar frente a frente con él. Simplemente le besó la frente. No se pudo resistir y despertó. Despertó para decirle que lo amaba, porque se dio cuenta que esta vida no era un sueño.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario