Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera

lunes, 1 de agosto de 2011

Ella te da su amor, tu duermes con dudas. Ahora ves que la costumbre no es lo que aparenta ser. Es tan sincera, contrario a mis defectos, pero sigo siendo la mala que no dejas de querer. Tu serás mi príncipe, ella, la tonta que da pena y aunque yo no sea una princesa soy tu amor, y tu dilema y al igual que en las novelas, soy la mala con una virtud. Ella no entiende el procedimiento, cuando y como darte un beso. Yo en cambio encuentro el punto débil, que te elevas en exceso. Ni siquiera se imagina de ese pacto misterioso con tu alma y tu cerebro. Tendrías que volver a nacer, para ver si en otra vida te enamoras de ella. No tiene la táctica adecuada para arrancarme de tu pecho. Yo que te falle a ti mil veces, sigo siendo tu dueña. Que me pregunte como te conquisté. Que anote mis truquitos en papel. No bastan los morales, y ser fiel. Si tu deliras por la mala que te eriza la piel.

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